Vuelta a los Origenes

Antes de nada, un mensaje a las mis queridas "nutrias". NO. No escribo esto porque este aburrido. No dejáis que me aburra. Llevo meses intentando encontrar el camino para poder volver al blog y creo haberlo encontrado. Dejar que me explique.

No soy alguien impulsivo... Soy JODIDAMENTE impulsivo. Eso, como todas las cosas con las que nacemos, tiene sus cosas buenas y malas. Las malas, en este caso dos, son las siguientes (las buenas, como toda buena película, poco importan):

• Tengo mil ideas a la vez, por lo cual todas empiezo y pocas acabo.
• Pierdo facilmente la motivación si no tengo claro el objetivo para lo que hago algo.

Ambas razones hicieron que hace meses abandonara este blog, no por falta de ganas, ni por falta de ideas... Si no por exceso de ideas. Cuando empezaba una tira o me ponía a escribir, ya había otro tema que hacia que me desviara del camino que me quería marcar... Camino que, espero, acabo de encontrar.

Voy a condensar el espíritu de lo que he hecho en meses anteriores en este blog en un tipo de artículos. Sólo uno. Uno al que le tipo un especial cariño. Los "tipos de..."

Hace años, en el foro de Akira Cómics, donde conocí a algunos de mis apreciados amigos en la actualidad, empecé un tipo de artículos denominado "Tipos de dependientes" (que algún día, si dios quiere, expondré aquí). Me sentía a gusto en dicho formato y parece que a casi todo el mundo le gustaba...

Quiero ser crítico y quiero expresar mi opinión de todo. Pero no me puedo meter en el camino de otra gente. Es hora de hacer el mio. A ver si funciona este particular Camino de Santiago, en el que espero que, los que queráis, me acompañéis.

Y si... sigo odiando los blogs.